Nunca es demasiado tarde.

Bueno, tengo que confesarte una cosa.

Algo que a mucha gente le da vergüenza y reparo.

Sobre todo a ciertas edades. Y yo ya tengo 64.

Pero soy un partidario firme del viejo adagio: Conócete a ti mismo.

Y también tengo el mismo pudor que Adán.

Ninguno. Si lo tuviera no sería naturista en verano. O no me gustaría ir descalzo sintiendo la tierra y la textura del mundo.

«Con vergüenza, ni se come ni se almuerza», me dijo una vez un sintecho en 1982, cuando estando en madrid más solo que Bambi el día de la madre me robaron la cartera, la chupa y los zapatos y no supe a dónde ir ni a quién acudir.

Por eso puedo decirte lo siguiente: Soy un romántico.

Me gustan las buenas historias clásicas de amor, las comedias románticas y un buen dramah (Sí, con H) tanto como el jamón y las croquetas.

A quién no le gustan las croquetas…

Además, sucede que la mayoría de los compradores de libros en españa (Ojo, compradores, no frikis piratones) son compradoras. Lectoras. Y sucede que son el 70%, y a todas ellas le gusta una buena trama romántica, aunque no lean novela romántica per se, como género.

Yo no lo hago, salvo a Nora Roberts.

Bueno, pues hay una película, «Cartas a Julieta«, y en una de sus escenas, Julieta lee una carta:

"Y" y "si" son las dos palabras menos amenazadoras que existen, pero puestas una después de la otra tienen el poder de atormentarte el resto de tu vida: ¿y si…?, ¿y si…?, ¿y si…?

Estas palabras siempre me han hecho tomar las mejores decisiones en mi vida, ¿Y si…?

y yo no sé cuál es tu situación actual porque todavía no te conozco…

pero si algún día has sentido por dentro que eres escritor o escritora

aunque ahora tu vida profesional vaya por otro camino…

si lo tuyo es escribir historias…si mueres de amor por escribir…

Piensa una cosa.

Nunca es demasiado tarde

Daniel Defoe, el de Robinson Crusoe y Moll Flanders, empezó a escribir a los 50.

Frank McCourt, Las cenizas de Ángela, a los 60. Lo publicó a los 66. Su traductor es amigo mío, por cierto. (Hola Alejandro)

Raymond Chandler a los 51 publicó «El sueño eterno» su primera novela.

Ellos y muchos más cogieron a las musas por los inmencionables cuando estuvieron preparados para agarrarlas.

Y yo he contado cómo se hace cuando ya hemos pasado los cincuenta en una de mis mastercalzas.

No te vayas a morir con el ¿Y si…?

Es lo peor.